El papa Francisco llegó al
istmo de Panamá con un mensaje para la juventud mundial que se reúne en la
capital centroamericana. Pero hay otros que quieren sacar su tajada del evento,
incluyendo los empresarios, los políticos, la misma jerarquía de la Iglesia
local y otros. Francisco insiste en que el evento es de la juventud, sector
social llamado a ser portadora de los cambios a nivel mundial
El papa Francisco prepara
sus misas (sobre una tarima que costo varios millones de dólares) que celebrará
en medio de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que organiza en la ciudad
de Panamá la Iglesia católica. Se espera una afluencia de 100 mil peregrinos
del extranjero que se unirán a muchos panameños. La enorme concurrencia ha sido
aprovechada por los comerciantes de la localidad y, además, por gobernantes que
esperan recibir beneficios políticos más adelante.
La Iglesia panameña y
centroamericana ha perdido la oportunidad de convertir el evento en una
asamblea donde los jóvenes pueden debatir los problemas mundiales, locales y,
también, de la Iglesia. La alegría de los ‘peregrinos’ y de los jóvenes
panameños ha contagiado a todos quienes en estos tiempos sombríos se han
olvidado, en parte, de sus problemas. La pregunta que debe ser objeto de
análisis es ¿porqué vivimos en tiempos de incertidumbre, en sociedades donde
prevalece la pobreza o en países que viven permanentemente amenazados por
intervenciones militares o cuyas economías son sistemáticamente
desestabilizadas?
No cabe la menor duda que
el papa Francisco abordará estas cuestiones en sus homilías del sábado y
domingo próximos. Tanto desde su balcón que da hacia la Plaza San Pedro como en
sus encuentros con jóvenes en todos los rincones del mundo, sus palabras han
reiterando que el espíritu revolucionario tiene que impregnar el pensamiento y
acción de aquellos que apenas comienzan a enfrentar los retos del mundo. El
joven tiene que ser revolucionario, pero no un revolucionario cualquiera (si
esa posibilidad existiera). Tiene que compartir su amor, tiene que demostrar su
compasión y, sobretodo, tiene que ser honesto consigo mismo. El mundo lo puede
cambiar para mejor, para que seamos parte de una familia grande que comparte su
amor, su compasión y su identidad.
El papa Francisco
adelantó su mensaje a los jóvenes del mundo que se reunirán con él en la ciudad
de Panamá, al comunicarse con el primer Encuentro Mundial de Juventud Indígena que se llevó a
cabo en Soloy, comarca Ngobe-Bugle, en el occidente panameño. Se trata de la
primera vez que se organiza un encuentro pre-Jomada JMJ para jóvenes de los
pueblos indí́genas, a nivel mundial. En su mensaje les dijo que aprovecharan la
oportunidad para enfrentar los desafíos y seguir adelante “en la construcción
de otro mundo posible”. Agregó que tenían que “reaccionar contra esta cultura
del descarte, del olvido de las raíces, sin fundamento”.
Antes de abandonar Roma para
viajar a Panamá, el papa celebró una misa en su residencia en el Vaticano donde
dijo que "la mundanidad arruina a mucha gente. Gente que es buena, pero
que se deja llevar por este espíritu de la vanidad, de la soberbia, del hacerse
notar. No hay humildad y la humildad forma parte del estilo cristiano".
La primera misa que realizará
el papa Francisco en la ciudad de Panamá será el sábado en la catedral recién
modernizada. El domingo pronunciará la misa en un campo especialmente
habilitado para acomodar a los 100 mil peregrinos y otros asistentes al evento.
La pregunta que se
hacen todos los observadores de los movimientos del papa es si hablará en
Panamá de los casos de pedofilia que sacuden los cimientos de la Iglesia.
Francisco enfrenta una reacción dentro de algunos sectores de la Iglesia (que
han pedido su renuncia) que no quieren cambios. Por otro lado, todo indica que
la mayoría de los católicos – tanto dentro como fuera de la curia - piden que
el papa sea estricto en establecer una regla de tolerancia cero. Estos creen
que para sobrevivir, la Iglesia tiene que cambiar. ¿Un cambio radical o sólo
superficial?
Según el programa dado a
conocer, durante la celebración eucarística, el papa escuchará el testimonio de
una peregrina de Palestina que narrará el sufrimiento de ese pueblo que soporta
una ofensiva militar permanente por parte del Estado de Israel. La juventud convirtió la Jornada en una
fiesta y no permitirá que los falsos debates de los empresarios y
fundamentalistas interrumpan su encuentro con Francisco.
24
de enero de 2019.
Excelente. Mi respeto y Saludo. Ambos últimos articulos, revelan elementos, que los percibimos con un septimo sentido "X" a pesar de que forman parte de una caja oscura dificil de conocer esa verdad interna, mas dificil sera en el devenir con lo que almacena la juventud de hoy ante esa presion del mundo militar, COMERCIO tecnologico, perdida de valores y deterioro principalmente de los recursos naturales. La estrategia sera ecuménica, en educacion o extraterrestre... No se
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