La presión del
gobierno que preside Donald Trump contra Venezuela aumenta cada día. A pesar de
los triunfos diplomáticos del presidente venezolano, Nicolás Maduro, las
acciones y amenazas de la Casa Blanca aumentan en varios frentes. El gobierno
panameño de Juan Carlos Varela anunció la semana pasada – bajo presión – que le
retiraba las credenciales diplomáticas a los miembros de la embajada del
gobierno bolivariano de Venezuela. Fueron excluidos de la medida los
funcionarios de los consulados. Los cónsules son vitales para los intereses de
los comerciantes panameños que hacen negocios con Venezuela desde la Zona Libre
de Colón. Entre éstos el Presidente y sus socios políticos más cercanos.
La arremetida
diplomática del gobierno panameño contra Venezuela impidió que un equipo de
karateca volara de Caracas a la capital panameña para participar en un
encuentro deportivo. El Ministerio de Seguridad de Panamá se negó a autorizar
las visas para los deportistas. Al mismo tiempo, el gobierno de EEUU apoyó la
toma del consulado venezolano en la ciudad de Nueva York por una organización
que se identificó con la oposición al gobierno bolivariano. Los intrusos fueron expulsados por un comité de
solidaridad con Venezuela de la ciudad de Nueva York.
Trump está
tratando de arrinconar a la empresa petrolera venezolana - PdVSA - que hace
negocios con EEUU. Suspendió todos los pagos al fisco venezolano y secuestró
cerca de 17 mil millones de dólares, todos relacionado con la industria
petrolera de Venezuela. Le aplicó sanciones a los funcionarios que dirigen las
empresas de ese país. Además, emitió un decreto ‘urbi et orbe’ sancionando a
cualquier persona o empresa en cualquier parte del mundo que haga negocios con
Venezuela. Trump no sólo se cree emperador también actúa como papa (Obispo de
Roma).
En Moscú, “el brazo comercial de
la petrolera rusa Lukoil, Litasco, detuvo operaciones de intercambio con
Venezuela (reaccionando a las) sanciones impuestas por EEUU contra la petrolera
estatal de Venezuela, informó el presidente ejecutivo de Lukoil”. Trump anunció
que se reunirá con los países no hispánico hablantes del Caribe para
intimidarlos y sumarlos a su grupo de enemigos de la Revolución bolivariana.
Las
tácticas de los asesores de Trump se aprovechan de las debilidades de los
países latinoamericanos dirigidos por gobiernos comprometidos con políticas
conservadoras, como Panamá. Sin embargo, no descansan en otros escenarios como
Europa, así como Rusia y China. Ya vimos como actúa frente a Rusia. En el caso
de China, presiones de Washington lograron que el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) cancelara su próxima Asamblea en ese país oriental. La Casa
Blanca intentó expulsar a Venezuela del Fondo Monetario Internacional (FMI) sin
éxito. En la Conferencia de Alto Nivel de la ONU sobre cooperación Sur-Sur,
celebrada en Buenos Aires, bajo presión de EEUU, el gobierno peruano intentó
someter la crisis venezolana a un debate a última hora. La Conferencia rechazó
la propuesta de Washington, que no es miembro del grupo.
El asesor de Seguridad
Nacional de Trump, John Bolton, en su intervención más reciente, señaló que el
petróleo venezolano beneficiaría a EEUU y, especialmente, a las grandes
empresas de la industria petrolera norteamericana. Bolton fue directo
al señalar que la intención de EEUU es “arrebatar el control del petróleo a la
empresa estatal PdVSA que es un instrumento de malversación y
corrupción". Bolton también dijo que EEUU pretende beneficiarse
económicamente con la caída del gobierno de Maduro. "Estamos en
conversaciones con grandes empresas (norte)americanas" que deben prepararse
para el futuro. Bolton fue asesor de George Bush quien siendo presidente de
EEUU invadió a Irak e impuso la privatización del petróleo . "Sería muy
beneficioso para EEUU si empresas petroleras (norte)americanas participen en la
inversión y producción de petróleo de Venezuela".
Según
los analistas norteamericanos el objetivo del gobierno de EEUU en Venezuela
tiene dos aristas. El primero se refiere a la necesidad de que el mundo y
América latina entiendan que la región al sur de EEUU le pertenece. Trump ha
sacado a relucir varias veces la Doctrina Monroe, para que se entienda la
relación que debe existir entre ambas regiones. El segundo se refiere a las
enormes yacimientos petrolíferos que posee Venezuela. Los mismos son
administrados por Venezuela pero, según los especuladores de Wall Street, le
pertenecen a EEUU.
Hasta
ahora todo indica que el pueblo venezolano resistirá y rechazará la agresión
norteamericana, sea económica, ideológica o militar.
28 de marzo de
2019.
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